Estás
loca.
Han
pasado dos años, y me ha dado tiempo a pensar, reflexionar, idear, hacer e
intentar todo lo que he querido. Y ¿sabes que enana? Lo único que tengo claro
de mi vida, es que tú, eres la loca más increíble que he conocido. Ya no tengo
pareja, ¿quieres que te sea sincero? Nunca la tuve. La quise, una vez creo que
incluso llegué a auto convencerme de que la amaba, pero, a mi nunca se me ha
dado bien engañarme, eso ya lo sabes tú de sobra. Es verdad que sonrío más, el
trabajo me va bien, y si, mi pelo está más corto. Pero ojalá los recuerdos se
hubiesen ido con todo ese cabello que se desprendía de mí.
No voy
a engañarte, mi cabeza está más alta, porque miro a cada lado a ver si te
encuentro. ¿Qué nos ha tenido dos años separados? No lo sé. No es orgullo, ni
rencor. Es un intento falso, de seguir mi vida, creyendo que podría hacerlo sin
ti. ¿Qué nos separó? Ni siquiera dejamos de amarnos. Yo también te he echado de
menos, y cada noche me giro en la cama y me quedo mirando a ese vacío, y solo
se preguntarme ¿por qué no estás aquí llenado este hueco?
“No me
dejes”, en eso puedo resumir estos dos años. Vete, pero no me dejes. Y no lo
hiciste, porque sin darte cuenta yo estaba allí. En enero “Casablanca”, en
febrero “Bailando bajo la lluvia”, en marzo “Quiéreme si te atreves”, las demás,
casi todas de acción, como no… y así una vez al mes, durante 24 meses. Siempre
una fila más arriba de ti. También se que has visto cada partido, la nueva
camiseta de la selección te queda bien, resalta tus curvas. Respecto a lo de la
coca-cola cada vez bebes más, deberías controlarte, aunque sé que siempre ha
sido tu adicción. Has cambiado mi foto de sitio, ahora está mejor en el mueble
del pasillo, al lado de la tele apenas se veía. Y has cambiado de ordenador,
bonito portátil en blanco.
Y
nuestra canción… ¿qué te digo de nuestra canción?
No
esperes, no esperes nunca mi vida. Yo jamás me fui de tu lado, así que jamás
fue necesario esperar que regresara.
Cuando
estábamos juntos, el mundo era mejor. Los días pasaban volando, las noches eran
apasionadas. Mi mundo era mejor que lo que tengo ahora, ¿y sabes por qué? Porque
mi mundo, eras tú.
Lasaña,
fútbol, cine, canción… y me faltaba lo más esencial para que todo aquello
cobrara un sentido; TÚ.
¿Qué
nos pasó? Yo egoístamente, le echo las culpas al karma. ¿Será una lección?
¿Será una prueba? No lo sé… pero sea como sea, quizás nos la merezcamos.
No te
tengo snetada en mi cama con tus ojos encharcado en sueños e ilusión, pero
¿sabes? Tengo las mismas ganas de hacerte feliz, y yo ser feliz a tu lado. El
error fue pensar, que esto es un adiós.
Marcho
a buscarte, ¿qué pasará cuando te encuentre? No tengo ni puta idea. Pero voy a
buscarte, siempre un paso por detrás. O quizás por delante, quien sabe.
Vive,
sueña, disfruta, pero sobre todo, recuerda. Que un determinado lugar, en un
determinado momento, yo estaré ahí detrás. ¿Sabes por qué? Porque dos años es
mucho tiempo estando ausente.
Deseo
tenerte en la escalera de mi casa mosqueada, bajar y abrazarte, necesito tu
sonrisa, te necesito a ti.
¿Qué nos
pasó? Nada. Solo era una prueba. Tú me amas, y yo te amo. Y ahora emprendo un
viaje para retomar esa historia a medio escribir, un viaje que me llevará por
caminos soñados, pero recuerda, que mi meta, eres tú.
El
único error en la parte de tu carta, donde pone “encontraré a alguien que me
haga feliz” es este: no encontraras a nadie, volverás a ser feliz con lo que
quieres, solo, tienes que encontrarte a ti misma.
Búscate,
y nos encontrarás.
Te veo
pronto enana, y recuerda: vayas donde vayas, yo siempre iré un paso por detrás,
o por delante.
Te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario